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UVA: pasó el boom de los créditos y ahora se viene el de los plazos fijos

Protegen al ahorrista de la inflación y si el dólar se queda tranquilo es otra manera de hacer “carry trade”.

  UVA: pasó el boom de los créditos y ahora se viene el de los plazos fijos

Se pinchó el boom de los créditos hipotecarios UVA, pero arrancó, por cierto en otra escala por ahora, el boom de los plazos fijos UVA. Los créditos fueron afectados por la disparada del dólar, de la inflación y de las tasas de interés que fijó el Banco Central para frenar, justamente, la corrida cambiaria.

Los últimos datos disponibles en el Banco Central indican que los plazo fijo UVA están en 32.000 millones de pesos, y de ese total, 21.025 millones son del sector privado. El principal inversor público en depósitos UVA es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, del ANSeS, que se fijó como política mantener una parte de su patrimonio en este tipo de depósitos, para fondear a los bancos que otorgan créditos UVA.

De hecho entre el 5 y el 8 de octubre los depósitos totales a plazo fijo UVA (computan tanto los privados como los del sector público) crecen en casi 6.000 millones de pesos.

La inflación está empujando a los ahorristas, grandes y chicos, a volcarse a los plazos fijos que, por ajustar a la par de la inflación, mantienen a salvo su poder adquisitivo, que incluso puede crecer dependiendo de la tasa de interés adicional que pague el banco.

En enero de este año, los depósitos ajustables por inflación del sector privado estaban en apenas 2.000 millones de pesos, es decir que se decuplicaron en lo que va del año.

Por cierto, el incremento de los depósitos UVA tuvo un incentivo puntual: el salto del índice de precios al consumidor de septiembre (6,5%).

Además, si se cree que se terminó la disparada del dólar, las inversiones en UVA también permiten una ganancia en moneda dura, dado que el pago de intereses en un escenario de dólar más o menos calmo, permite a estos ahorristas subirse, también, a la ola del carry trade.

Tal vez la inversión en UVA sea, hoy, la segunda mejor, detrás de la inversión en Leliq. El problema es que las tasas que paga el Banco Central por las Leliq (72% anual) solo pueden ser aprovechadas por los bancos. De las inversiones en pesos, los plazos fijos UVA compiten con las Letras capitalizables (Lecap) que emite periódicamente el Tesoro, para entre otras cosas absorber los pesos que libera el Banco Central por las Lebac que no renueva, y que desaparecerán definitivamente a fin de este año.

Es cierto que además de los depósitos UVA, también están creciendo los depósitos a plazo fijo tradicionales. En el último mes crecieron 102.000 millones y llegaron a los 872.000 millones los del sector privado. Son pesos atraídos por los bancos, que subieron drásticamente las tasas que ofrecen a los ahorristas. Ahora esas tasas ya están cómodamente arriba del 50% anual. Como dichos depósitos pueden ser integrados como encajes, para los bancos es un gran negocio captar pesos. Porque el spread entre lo que le pegan a los ahorristas y lo que le cobran al Banco Central se acerca a los 20 puntos.

La idea del Banco Central, expresada por su titular Guido Sandleris, es que las tasas de interés se mantengan bien por arriba de la inflación proyectada para que más pesos queden dentro del sistema financiero -en pesos- para restarle “combustible” a la demanda de dólares, que de hecho se está desplomando en las últimas semanas, un poco por el precio y un poco por las tasas en pesos.

25 octubre, 2018

NewsGP

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