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Test drive: Peugeot 308 S Allure Plus, tan veloz como eficiente y racional

Llega importado de Francia con una propuesta de gran rendimiento mecánico, calidad, confort y equipamiento, sin dejar de lado la deportividad del modelo

  Test drive: Peugeot 308 S Allure Plus, tan veloz como eficiente y racional

Un escalón por debajo del hot hatch S GT y uno (bastante más alto) sobre los de fabricación nacional, que ya llevan varios años en el mercado. Ese es el lugar que ocupa el Peugeot 308 S Allure Plus en el mercado argentino que, igual que su hermano deportivo de 225 CV, llega importado desde Francia.

Estos 308 S (letra agregada aquí para diferenciarlos de los modelos nacionales) son fruto de la introducción de la plataforma modular EMP2 del Grupo PSA (que da fundamento a varios modelos medianos y SUV del grupo automotriz francés). Se lanzaron en 2013 y ya han tenido un restyling en 2017. Cabe acotar que este moderno bicuerpo mediano fue elegido Auto del Año 2014 en Europa.

Sin perder el estilo de diseño francés y con líneas muy fluidas y atractivas, esta última generación del 308 exhibe un lateral más bien cuadrado y con un gran parante trasero, que lo ponen estéticamente en sintonía con su gran rival del segmento hatch mediano: el VW Golf.

¿Y cuáles son las diferencias entre los 308 S Allure Plus y GT? Obviamente la mecánica y parte del equipamiento, pero más importante aún la filosofía de cada versión. Mientras el GT con su 1.6 Turbo de 225 CV es un hot hatch hecho y derecho, listo para un manejo deportivo, el Allure Plus, con el mismo 1.6 Turbo pero de 165 CV, apunta a un uso más racional, menos extremo, de todos los días, con una más que respetable performance y un no menos desdeñable ahorro de combustible.

No por conocido es menos eficiente; así es el motor 1.6 THP (turbo más inyección directa de combustible) vastamente utilizado por PSA en varios de sus modelos que, como se dijo, en el caso de la versión que equipa al 308 S Allure Plus entrega una potencia de 165 CV a 6000 rpm y un torque de 24,4 kgm a 1400 rpm; se asocia con una caja automática Tiptronic (del tipo con convertidor de par) de 6 marchas, que incluye asistente de arranque en pendiente, modo Sport y operación secuencial-manual (con la palanca selectora; no tiene levas en el volante).

El torque a bajas revoluciones aporta lo que se busca en este tipo de mecánica: respuesta “de abajo”, lo que se traduce, junto con el buen funcionamiento de la transmisión, en una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,3 s; de 0 a 400 m en 16 s; de 0 a 1000 m en 29,6 s y en una elasticidad que se refleja en una recuperación de 80 a 120 km/h en 5,7 s. A estos muy buenos registros se suma un consumo urbano de 10,5 L/100 km y de 7 L/100 km a 120 km/h (autopista/ruta).

Si a esta notable respuesta mecánica se le suma un balance de suspensiones muy bueno que, aunque apunta a ofrecer un comportamiento dinámico sport (el auto es bajo, aplomado y dobla con gran agilidad), el confort de marcha no tiene reproches incluso en empedrados o caminos desparejos, más allá de los neumáticos de muy bajo perfil (225/45 R17), que favorecen la dinámica pero no tanto el confort. Dos puntos sobresalientes: la rápida y eficaz dirección con asistencia eléctrica y los frenos (de disco en las cuatro ruedas) que responden de inmediato y lo detienen de 100 km/h a 0 en 39 metros.

Peugeot utiliza en sus autos un diseño interior que denomina i-Cockpit. Como ya se ha dicho en otras oportunidades no hay término medio con él: se ama o se odia. Repasemos: tablero ubicado bien alto (combina instrumentos digitales y analógicos, más una excelente computadora con medidor de presión de neumáticos), volante pequeño, butaca (muy cómoda y ergonómica) también baja. Entonces: si subimos el volante (regula en profundidad y altura), el aro nos ocultará casi todo el tablero; si lo ponemos más bajo para ver el instrumental a muchos puede dificultarles la conducción. Si logramos acostumbrarnos, la posición de manejo es muy cómoda y ofrece gran visibilidad (más luces full LED con función cornering). El habitáculo tiene espacio más que suficiente para que cuatro adultos viajen cómodos y el baúl de 420 L no está nada mal para un bicuerpo.

Otra de las virtudes de este 308 S Allure Plus francés es su calidad de construcción, los materiales y las terminaciones, así como el generoso equipamiento que incluye 6 airbags, techo panorámico, climatizador automático bizona, asientos delanteros calefaccionados y con masajeador, anclajes Isofix, apertura y arranque manos libres (keyless), detector de falta de atención en la conducción, sensor de ángulo muerto, alerta de riesgo de colisión, freno automático de emergencia, y asistente de estacionamiento delantero, trasero y con cámara de 180°, entre los dispositivos menos comunes. El precio, pese a tributar el 35% de arancel de importación es de 1.622.500 pesos. En síntesis, “pimienta”, confort y facilidad de uso con alta calidad.

Por: Gabriel Tomich

23 agosto, 2019

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