fbpx

Test drive: el nuevo Peugeot 2008

Familiar, urbano y práctico, fue sometido a un restyling estético, pero mantiene las características que lo llevaron a ser uno de los líderes en el segmento de los SUV pequeños

  Test drive: el nuevo Peugeot 2008

El 2008 es uno de los caballitos de batalla de Peugeot en nuestro país. Con más de 35.000 unidades entregadas desde su lanzamiento a principios de 2016, es el segundo modelo más vendido del león y también uno de los preferidos del público en general en el segmento de los SUV chicos. Ahora le llegó el turno de un restyling, que llega importado de Brasil y en 5 versiones (a fin de año se sumará una sexta), y entre ellas la Feline 1.6 con transmisión manual (intermedia), que probamos.

Este facelift se adelanta a la segunda generación del 2008, que fue presentada hace unos meses en Europa y que comenzará a fabricarse en la planta de El Palomar a partir de 2021 junto con el 208 (compartirán una nueva plataforma). Por eso, los cambios son sutiles, pero siguen una lógica: se van alineando a la estética (denominada Sharp Design) de los otros SUV de la marca, el 3008 y el 5008, y que es una fisonomía reconocida y que le ha deparado múltiples satisfacciones, como, por ejemplo, las de haber ganado premios al Auto y Diseño del Año de Europa en 2017. Y definitivamente, esas modificaciones le quedan muy bien.

¿Dónde se destacan esos cambios? Principalmente en el frente -ahora es más alto-, donde aparece un nuevo capot más recto, una renovada parrilla vertical que ahora enmarca el emblema del león y un nuevo paragolpes que tiene nuevos faros antiniebla y que, gracias a su configuración, le permitió mejorar el ángulo de ataque y llevarlo a 23°, mientras que el despeje aumentó un centímetro a 21.

Asimismo, se aplicaron molduras en plástico negro en la parte inferior de la carrocería (van de adelanta a atrás), en tanto que la parte trasera se mantiene prácticamente igual. Tiene, asimismo, algunos elementos que le dan un look entre moderno, aventurero y deportivo, como el alerón trasero, las barras de techo, los espejos en negro brillante y demás.

El interior tampoco fue modificado y conserva la calidad de materiales y terminaciones típicas de los productos regionales. El espacio es amplio en las plazas delanteras, mientas que en las traseras se pueden ubicar dos adultos con el lugar justo. Las butacas delanteras tienen una disposición elevada (no es posible bajarlas) y tiene el denominado i-Cockpit (el volante bien chico y bajo y el tablero que queda tapado por el aro), por lo cual cuesta un poco encontrar la posición de manejo ideal.

En cuanto al equipamiento destacado, se cuentan guantera refrigerada, cámara de retroceso, sensores de estacionamiento traseros, limitador y regulador de velocidad, techo panorámico vidriado y función Follow Me Home. También, una pantalla táctil de 7″ con multimedia, conexión USB y posibilidad de conectar los dispositivos mediante Android Auto y Apple CarPlay. En seguridad ofrece frenos con ABS y distribuidor electrónico de frenado (REF), 6 airbags, anclajes Isofix, encendido automático de luces de emergencia, alarma perimetral y algunos otros. Eso sí, no cuenta con control de estabilidad ni asistente de frenado de emergencia (sólo se ofrecen en las versiones Sport, tope de gama).

No hay tampoco novedades en cuanto a la mecánica. Conserva el motor naftero 1.6 L de 4 cilindros que entrega 115 CV a 5800 rpm y 15,6 kgm de torque a 4000 rpm, que en este caso se anexa a una caja manual de 5 marchas. Es un conjunto reconocido y que equipa a varios modelos de la marca, y que responde muy bien en todas las situaciones de manejo, aunque prefiera la parte alta del tacómetro. Igualmente, tiene una muy buena reacción cuando acelera de golpe, donde muestra algo de pimienta. Llega a una velocidad máxima de 184 km/h, alcanza los 100 km/h desde cero en 11,3 segundos y recupera de 80 a 120 km/h en cuarta en 9,8 segundos.

Además de estas prestaciones, muestra consumos bastante lógicos para un vehículo de su tipo: 10,6 L/100 km en ciclo urbano y 8,2 L/100 km en ruta a 120 km/h (a esa velocidad el motor trabaja a poco más de 2500 rpm).

Si hay algo en lo que se destaca Peugeot es en ofrecer un confort de marcha de los más altos del mercado. Y en este 2008 no desentona, ya que es muy fácil de conducir y que es ágil y dúctil para moverse en el tránsito; en ruta tiene una leve tendencia al rolido en curvas en velocidad pero en recta se siente firme y estable. Por lo demás, es muy cómodo, con un esquema de suspensiones que se adaptan a la perfección a los cada vez mayores obstáculos de nuestras calles y rutas.

El precio de $1.273.600 es acorde con el de sus competidores, y mientras se espera la próxima generación, este 2008 sirve como un buen botón de muestra de lo que vendrá.

Por: Diego Cúneo

1 noviembre, 2019

NewsGP

Compartir en:

[addtoany]