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Mito o realidad: Los coches de color oscuro son más calurosos que los blancos en verano

  Mito o realidad: Los coches de color oscuro son más calurosos que los blancos en verano

Los estudios científicos revelan que los colores oscuros absorben más calor que los colores claros porque atraen más energía de luz. Por eso es normal que en invierno vistamos ropas en las que los tonos oscuros son predominantes y que en verano optemos por los colores más claros, que repelen el calor. Lo mismo ocurre con los edificios: en las zonas más cálidas, como en Andalucía, predominan las construcciones de color blanco mientras que en las más frías los tonos oscuros son generalizados.

Cuando compramos un coche raramente tenemos en cuenta el clima para decantarnos por un color determinado. Tanto si vivimos en una zona donde las temperaturas suelen ser bajas como si lo hacemos en otra donde suele dispararse el mercurio, acabamos eligiendo el color que más nos gusta o el que tiene disponible en ese momento el concesionario. Sin embargo, si somos sensibles a las temperaturas extremas quizá deberíamos sopesar qué color nos conviene más para estar más confortables dentro del habitáculo en las épocas del año que hace más frío o más calor.

Este verano, muy pocos han podido escapar de la ola de calor que ha abrazado la mayor parte de la geografía española. Durante el fin de semana del 15 de agosto, en el que estaban previstos más de 6,6 millones de desplazamientos según la Dirección General de Tráfico (DGT), algunas localidades alcanzaron temperaturas de auténtico récord. Una incomodidad añadida para las personas que utilizaron el coche durante las horas de mayor intensidad solar. Más si cabe, si lo hicieron en un vehículo de color blanco.

Las superficies metálicas, como es el caso de los coches, son mucho más sensibles a la energía de los rayos que la ropa. Por eso en verano, cuando el calor aprieta, la carrocería de un vehículo es capaz de calentarse hasta extremos insospechados mientras que apenas notamos los efectos del sol sobre nuestra propia vestimenta. Y dependiendo del color de la pintura, hay coches que se calientan más que otros.

Un estudio del RACC en colaboración con el automóvil club suizo (TCS), del que nos hicimos eco en este mismo canal, llegó a la conclusión de que un coche de color negro alcanza una temperatura de 20º C superior a la de un coche de color blanco tras una exposición al sol de 60 minutos. La prueba reveló que la máxima subida de temperatura se produce durante los primeros 20 minutos.

El experimento constataba que la temperatura interior de un vehículo puede alcanzar los 40º C, siendo la temperatura exterior de 25º C, y que colocar un parasol en la luneta delantera es eficaz. El termómetro marcó 11º C menos en el interior del coche en el que se había instalado este elemento protector.

El youtuber estadounidense MikesCarInfo publicó hace unos años un vídeo en esta red social en el que, mediante una cámara termográfica, demuestra como la temperatura que alcanza un coche negro expuesto al sol es también mucho más elevada que la de un coche blanco. En su caso, comprobó que el exterior del capó de un vehículo negro superaba los 70ºC, mientras que el de un coche blanco no superaba lo 45ºC. Hay que remarcar que la temperatura exterior era de 25ºC.

Aquí puedes ver el experimento que llevó a cabo el youtuber y comprobar las diferencias que se advierten en el mapa de color que lo ilustra en función de la pintura del coche.

 

 

 

Fuente: La Vanguardia  

27 agosto, 2021

Mercado Automotriz

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