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Honda Fit: mucho espacio en poco envase

Mantiene vigentes las cualidades que siempre distinguieron a este modelo, mezcla de hatch y monovolumen: habitabilidad, mecánica eficiente y gran confort

  Honda Fit: mucho espacio en poco envase

El Honda Fit es un modelo difícil de clasificar. Lo que no está mal. Por el contrario con su carrocería mezcla de hatchback y monovolumen rompe con el estereotipo de sus competidores entre los autos compactos de 5 puertas.

Esta síntesis de estilos tiene un beneficio directo: la notable habitabilidad que ofrece. Es decir, gran espacio interior, confortable posición de manejo y un baúl que no desentona. En el Fit se aprovecha hasta el último milímetro para brindar una gran comodidad de uso en un envase relativamente pequeño.

Esta nueva versión 2019, encuadrada en la tercera generación del modelo, llega desde Brasil con un ligero restyling (en una única versión EXL full), más tecnología (tanto de infotainment como de seguridad) y un cambio de mecánica para reemplazar a la 2017, que llegaba de México y volvió a poner al Fit en el catálogo de Honda, tras algún tiempo de ausencia.

Los cambios en el diseño pasan por una nueva parrilla cromada, paragolpes y faros remodelados (estos últimos con tecnología full LED, que iluminan muy bien) y llantas de 16″ con renovado diseño. En el interior, el estilo no ha cambiado, pero sí la pantalla táctil de la consola, que ahora es más grande (7″ contra 5″ de la anterior), a tono con la incorporación de las interfaces CarPlay y Android Auto y de las imágenes de la cámara trasera que ofrece tres ángulos de visión (que se completa con sensores sonoros traseros); el sistema cuenta además con Bluetooth, puertos USB y auxiliar, y audio con compensación de volumen en función de la velocidad (SVC) .

El cambio de mecánica es marcado, este Fit brasileño utiliza el motor del City, mientras que el mexicano estaba equipado con un propulsor con inyección directa de combustible de 132 CV.

Tiene una notable habitabilidad: gran espacio interior, confortable posición de manejo y un baúl que no desentona

Sin embargo, para el uso urbano y familiar que propone el Fit, el conocido motor naftero de 4 cilindros en línea 1.5 L, con sistema automático de regulación de válvulas i-VTEC e inyección indirecta de combustible, resulta más que suficiente. Con una potencia de 120 CV a 6600 rpm y un par motor de 14,8 kgm a 4800 rpm, este propulsor se asocia muy bien con la caja automática del tipo CVT (variable continua) de Honda que, a diferencia de otras transmisiones similares no “patina” y mantiene el régimen de giro del motor (dato disponible en el cuentavueltas) al soltar el acelerador, por lo que el andar en la ciudad es muy ágil y vivaz; por las dudas, tiene modo manual-secuencial de 7 marchas (con prácticas levas al volante) y función Sport (que lo pone más “picante” en aceleración).

En la ruta no desentona, pero obviamente no es su “hábitat” natural. Así, los tiempos de aceleración son muy buenos para la categoría: 0 a 100 km/h en 10,5 s, 0-400 m en 17,6 s y 80-120 km/h en 7,3 s; igual que los consumos, con 9,8 L/100 km en ciudad y 8,2 a 120 km/h constantes. En un circuito mixto (urbano y autopista) marcó muy buenos 8,5 L/100 km. En resumen, un conjunto eficiente y acorde para el modelo.

A la buena respuesta mecánica se le suma la de todos los componentes que tienen que ver con el chasis. Las suspensiones son suaves y copian muy bien los desniveles, así ofrecen un muy buen confort de marcha. Pero es un poco bajo, por lo que hay que pasar con bastante cuidado por ciertas cunetas y pozos. La tenida en curvas no ofrece reparos y ahora sí el Fit cuenta con control electrónico de estabilidad y tracción (que en Honda llaman VSA) además de ayuda de arranque en pendiente (HSA) que, obviamente, incrementan el nivel de seguridad en todas las situaciones de marcha.

Cambió la pantalla táctil de la consola, que ahora es más grande (7″ contra 5″ de la anterior), a tono con la incorporación de las interfaces CarPlay y Android Auto y de las imágenes de la cámara trasera que ofrece tres ángulos de visión

El confort dinámico al que aludimos tiene un muy buen aliado en la nueva y excelente dirección eléctrica, cuya respuesta hace también a la agilidad urbana y esto al placer de conducir este modelo que, como dijimos, ofrece una gran habitabilidad, con una posición de manejo cómoda (la butaca tiene regulación manual en altura, igual que el volante, que además ajusta en profundidad) y buen espacio para otros tres adultos, que ahora están más protegidos con la incorporación de 6 airbags contra solo los dos del Fit anterior. Los asientos traseros son modulares (gracias al sistema ULT Utility-Long-Tall): debajo tienen huecos para guardar algunos útiles y elementos, lo que se suma a la capacidad de carga del baúl, que tiene sus buenos (para el segmento) 363 litros.

El recuento deja mucho en el haber: mecánica, más equipamiento y tecnología, confort de marcha y más, pero todo eso hay que pagarlo. Este Honda Fit EXL cuesta $749.999.

Por: Gabriel Tomich

1 noviembre, 2018

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