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DS 7 Crossback: distinción con otro estilo y otro precio

Opuesto a la sobriedad alemana, ofrece un habitáculo barroco y refinado. Su motor diésel responde fantástico y sus sistemas de asistencia no se consiguen en otro vehículo por un valor similar.

  DS 7 Crossback: distinción con otro estilo y otro precio

La tarea de DS, la marca de lujo del Grupo PSA Peugeot Citroën, no es sencilla, ya que intenta competir con empresas como Audi, BMW y Mercedes-Benz, líderes absolutas en el segmento premium de vehículos.

Pero con vehículos como el DS 7 Crossback, en el que el lujo y el confort está llevado a niveles desconocidos para la franja de precios en la que se mueve, su inserción entre las grandes marcas de lujo va a ser más sencilla.

DS nació como una línea premium dentro de Citroën, pero desde hace un tiempo es una marca aparte. Ese inicio lo llevó a modificar y adaptar modelos de la empresa del doble chevrón, para dotarlos de ingredientes de mayor categoría y hasta de señas sport.

Ficha Técnica

 DS 7 Crossback HDi (Grand Chic) US$ 68.800

Motor Turbodiésel
Cilindrada 1.997 cm3
N° de cilindros 4, en línea
Potencia 180CV a 3.750 rpm
Torque 400 Nm a 2.000 rpm
Transmisión Automática, 8 marchas
Velocidad máxima 218 km/h
Acel. 0-100 km/h 9,4 segundos
Consumo en ruta 4,2 L/100 km
Consumo en ciudad 6,1 L/100 km
Versión de entrada: So Chic / US$ 57.000
Garantía: 3 años o 100.000 km

Con el 7 Crossback DS inició un camino que lo separa de verdad de Citroën y también lo coloca en una senda de confort y calidad, que también lo diferencia de aquella intención deportiva inicial.

En ese sentido también se diferencia de sus competidores alemanes, que hacen gala de un comportamiento dinámico que tiende a lo deportivo. En el 7 Crossback todo es comodidad.

Si bien este modelo había llegado en la última parte del año pasado, con una versión con motor naftero 1.6 de 165 caballos, es la variante turbodiésel HDi la que muestra todo lo que DS tiene para ofrecer.

Por fuera es un vehículo que demuestra sus intenciones. Con una arquitectura convencional de SUV, su distinción aparece con sus elementos cromados y unas grandes llantas de 19 pulgadas.

De noche, su sistema de luces de LED le dan un toque de sofisticación muy llamativo, tanto con los faros traseros con diseño tridimensional como con las luces delanteras, compuesta cada con una especie de tres diamantes que generan el haz de luz.

Por dentro las sensaciones de lujo y sofisticación se incrementan. Tomando prestados los ángulos de su emblema, todo el decorado del interior está “tallado” con rombos y triángulos.

Uno de los más llamativos es el Metalassé, un tipo de costura francés que dibuja rombos y que lleva en parte de la plancha de a bordo y en los paneles de las puertas.

Pero también las teclas, botones y perillas tienen una superficie con un tramado que dibuja rombos o triángulos. Y toda la interfaz de la pantalla de la consola central y la del tablero de instrumentos están dominadas por esas formas geométricas.

Este estilo barroco, muy distinto al que ofrecen el resto de las marcas de lujo, se corona con una muy buena calidad de materiales y un alto nivel de terminación.

El nivel de equipamiento de esta versión Grand Chic incluye como elementos de serie un montón de elementos y sistemas que en otras marcas vienen solo como opcional y que al adquirirlos elevan notablemente el precio.

De hecho, si se toma como parámetro su valor de venta (US$ 68.800), el 7 Crossback aparece en la franja de un Audi Q3, un BMW X3 o un Mercedes-Benz GLA. Sin embargo, si es por tamaño está más en línea con un Q5, un X3 o un GLC.

En cualquiera de los casos, marca una gran diferencia con el equipamiento. La unidad que probó Clarín incluye asientos delanteros con masajes y calefacción. Además, viene con un sistema de audio Focal (con 14 parlantes) que entrega una excelente calidad de sonido.

Y en materia de seguridad su dotación es superlativa. Probablemente la que más llame la atención es el sistema de visión nocturna, que detecta peatones y ciclistas y alerta al conductor si alguno de ellos se aparece

También cuenta con un paquete completo de asistencia al manejo que incluye frenado automático de emergencia, sistema de mantenimiento de carril, control de velocidad crucero adaptativo y radares de ángulo ciego.

Cuando todo entra en funcionamiento, el 7 Crossback es capaz de moverse casi en forma autónoma, corrigiendo la dirección para mantenernos en el carril por el que nos movemos y acelerando y frenando (inclusive a cero si es necesario) para conservar la distancia con el vehículo precedente.

Funciona casi como un sistema semi autónomo, aunque está claro que es más una asistencia ante una posible distracción que un dispositivo para desentenderse del manejo. Rápidamente suena una alarma si detecta que el conductor no lleva las manos en el volante.

El motor de esta versión es un turbodiésel de 2.0 litros y 180 caballos de fuerza que trabaja junto a una caja automática de 8 velocidades. La tracción es delantera.

El propulsor se muestra muy enérgico saliendo desde parado o a muy baja velocidad. Quizás sea el único momento en el que este SUV no pone el confort en primer lugar, ya que su torque es tremendo (400 Nm) y la primera marcha es muy corta, lo que puede producir un tironeo exagerado.

En otras situaciones el funcionamiento es más suave, sin dejar de entregar la energía necesaria para realizar un sobrepaso, por ejemplo. La octava marcha “relaja” en extremo al motor para reducir el consumo de combustible y la conecta solo cuando la velocidad de marcha se estabiliza

Si todo apunta al confort en este modelo, su comportamiento dinámico no podía estar ajeno a este rasgo. Y también se vale de la tecnología para potenciar esta característica.

Uno de los radares que lleva en la trompa se encarga de ir leyendo el estado del camino y en función de los pozos, lomos de burro o cualquier otro “accidente geográfico” que haya sobre la senda, ajustará la dureza de los amortiguadores para que el paso sobre esa irregularidad sea lo más imperceptible que se pueda.

A diferencia de otros SUV de marcas alemanas, en donde las suspensiones son más bien firmes, en este DS toda la intención está puesta en el confort y es por eso que por momentos pueda mostrar una inclinación de carrocería excesiva, aunque sin comprometer la estabilidad del vehículo.

El nivel de insonorización del habitáculo es otro de los aspectos que merece ser destacado, ya que logra una aislación notable con el exterior.

Por tradición en el segmento de vehículos de lujo, en donde los clientes suelen ser más conservadores, DS no la tiene nada fácil frente al trío de lujo alemán.

Pero si hay un vehículo que puede diferenciarse de los premium teutones y hasta de otros modelos de marcas como Volvo o Land Rover, ese es el 7 Crossback.

 

POR: GABRIEL SILVEIRA

 

31 enero, 2019

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