Hay una frase popular que advierte, de manera discutible, que “las comparaciones son odiosas”. En los últimos días, para tomar un caso, se repitió reiteradamente ante la polémica entre Suecia y la Argentina por el coronavirus. Tal vez sea aplicable a determinados temas pero en otros, como el del mercado automotor, puede ser muy útil. Por ejemplo, sirve para medir la evolución de los precios de los 0 km a lo largo de los años.
Hoy abrirán las concesionarias de autos de Capital Federal. En algunas provincias ya están funcionando y se espera que, en un corto plazo, lo hagan en el Gran Buenos Aires. Se negocia con cada intendente, distrito por distrito. Los consumidores se van a encontrar con una realidad bien distinta a la previa de la cuarentena. Uno de los cambios más significativos tiene que ver con el dólar. En estos casi 60 días de parálisis del negocio, la brecha entre el valor oficial y el “blue” se amplió de forma significativa para superar el 80%. El resultado, como se viene contando, es que los autos están ahora cerca del 50% más bajos en dólares “billete” que en marzo.
Si de frases se trata, también en estos días es muy escuchada la que sentencia que “los autos nunca estuvieron tan baratos en dólares”. Esto hace que haya expectativas de mayores ventas por parte de las concesionarias que prevén que personas con ahorros “verdes” quieran aprovechar el momento. La pregunta es si es cierto.
Tomando los modelos más económicos de algunas marcas se muestra que, si bien hoy se encuentran en niveles muy bajos, en algunos casos todavía están ligeramente por arriba de 2013 en base a la cotización del dólar blue de entonces. Este año tiene particular importancia por dos motivos. Por un lado, existía una brecha cambiaria tan grande como ahora. El promedio de aquellos 12 meses fue del 70% con picos que llegaron al 100%. El otro punto a tener en cuenta es que en ese período se registró el récord de ventas con 960.000 unidades. Esta marca histórica se produjo por el subsidio encubierto que significaba tener los 0 km fijados en pesos en base a la cotización oficial, mientras los que vendían los billetes en el mercado paralelo hacía una importante ganancia en dólares. Pero si se quiere forzar la situación y mostrar que los 0 km están hoy más baratos que en 2013 había margen para plantearlo. Hay que tener en cuenta que el país venía, en aquel momento, en una etapa de crecimiento después de la caída de 2008 por la crisis financiera internacional y los precios de lista eran los de transacción.
Entre otras cosas, se recuerda como el año que más vehículos de lujo se vendieron. Los ejemplos tomados muestran que, en general, están levemente por arriba de entonces, aunque algunos casos se ubiquen por debajo aún con las bonificaciones que ofrecen las fábricas. Pero, es posible que los compradores consigan descuentos adicionales en la negociación cara a cara con el vendedor. Hay que tener en cuenta que las empresas están muy comprometidas económicamente, por lo que la necesidad de caja hace que se presten a rebajas que corren por su cuenta. En ese caso, seguramente, se logre hoy un valor menor en dólares que en 2013 en casos puntuales.
Sacando ese año tan especial, hay que remontarse a 2002 para encontrar, otra vez, autos más baratos en dólares que los actuales. Por si alguno no lo recuerda, ese fue el año del estallido de la convertibilidad y el dólar pasó de $1 a $4 en cuestión de días. Semejante salto llevó a que los 0 km se derrumbaran en dólares llegando -esta vez sí- a su registro más bajo en todas las comparaciones.
Si se lo mide con otro período emblemático respecto del dólar, como fue el tiempo del 1 a 1 menemista, el resultado es contundente: los 0 km están hoy mucho más baratos en dólares que en aquella época. Eso queda demostrado en la comparación de precios con los vigentes que había en 1997.
Una salvedad que hay que hacer. La primera es que en estos más de 20 años, los modelos no son los mismos. Muchos de los que se vendían en los 90 se dejaron de comercializar y los que mantienen siguen en el mercado, como el Volkswagen Gol, son vehículos que tuvieron una evolución importante, más allá de mantener el nombre. De todas maneras se tomaron como referencia los 0 km de menor precio de cada marca elegida aunque no sean el mismo auto. Por ejemplo, el Renault Clio no se vende más y hoy esa entrada de gama la ocupa el Kwid. Lo mismo sucede con el Chevrolet Corsa que ya no está a la venta.
Por: Horacio Alonso
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