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Análisis del Mustang Mach 1: cómo anda el Ford más potente de la Argentina

Tiene un motor V8 de 475 caballos y una figura que no pasa inadvertida por la calle.

  Análisis del Mustang Mach 1: cómo anda el Ford más potente de la Argentina

La relación entre el conocimiento que tiene el público argentino del Ford Mustang y su historia comercial en el país no tiene equivalencias.

El muscle car más famoso del mundo tiene apenas 5 años de venta oficial en nuestro mercado y, sin embargo, debe haber pocos individuos que no reconozcan el potro galopando en el centro de la parrilla.

Este año se sumó la versión Mach 1 a la gama local, recreando una de las alternativas más emblemáticas del deportivo estadounidense.

El Ford Mustang Mach 1 es el renacimiento de la irónica versión que apareció en 1969. Foto Maxi Failla

Probar este nuevo vehículo en calles y rutas argentinas, fue una verdadera experiencia. No solo por las increíbles sensaciones que puede entregar esta briosa bestia, sino también por lo que despierta en la gente con su paso.

La prueba de Clarín fue de alrededor de 500 kilómetros, entre los que si incluyeron recorridos urbanos, rutas, autopistas y un obligado paso por el Autódromo Oscar y Juan Gálvez de la Ciudad de Buenos Aires, el hábitat natural de este ejemplar.

Este Mach 1 toma la base de la versión GT (US$ 95.000), que también se vende aquí, pero con los cambios y “anabólicos” que lo diferencian. Se trató de emular los inconfundibles faros redondos auxiliares que llevaba sobre la parrilla el modelo original de 1969.

El color de lanzamiento elegido para el  Ford Mustang Mach 1 le da una presencia única. Foto Maxi Failla

Pero en este caso los huecos semicirculares de la trompa quedaron a mitad de camino en ese intento de guiño a la historia, ya que, además, no tienen más que una función estética.

En lo que sí no falla es en el efecto que produce su figura y su combinación de colores. La unidad probada contaba con la pintura Fighter Jay Gray, un color gris pastel que le queda perfecto.

El nombre es también una referencia a los aviones caza que superan la velocidad del sonido en la atmósfera de la Tierra, la cual se indica en 1235,52 km/h. Pero como esa velocidad puede variar según el entorno y las condiciones, se usa la denominación Mach 1.

El interior del Ford Mustang Mach 1 no cambia demasiado respecto de la versión GT. Foto Maxi Failla

Ese gris pastel de la carrocería se combina con decorados negro, otros tonos de gris y anaranjado que le dan un magnetismo tremendo. A eso se le suma un diseño de llantas especifico de la versión y elementos aerodinámicos (splitter en la trompa y alerón trasero) que acentúan el carácter rabioso del Mach 1.

Y la frutilla del postre son las dos salidas dobles de escape que se encargan de interpretar la melodía del motor V8.

Lo llamativo para es que a pesar de no ser un auto accesible, tiene algunos detalles de terminación cuestionables. Por ejemplo, los “escalones” que se producen entre la tapa del baúl y los guardabarros traseros o las diferencias de espacio que hay entre las partes de la carrocería.

Las terminaciones de algunos sectores de la carrocería del Ford Mustang Mach 1 tienen margen para mejorar. Foto Maxi Failla

También es cierto que para conseguir un vehículo con una potencia similar hay que recurrir a modelos de marcas premium que cuestan por lo menos el doble.

A pesar de esto, el resultado es un auto que le gusta a todo el mundo. La cantidad de “pulgares arriba” que recibimos durante la prueba fue incontable.

De hecho, demostró ser el único modelo que tiene “prioridad de paso” aún en sendas peatonales: detenido frente a la cebra, los peatones nos hacían el gesto de que avancemos para poder verlo de todos los ángulos. Y escucharlo.

El Ford Mustang Mach 1 atrapa las miradas de los demás desde cualquier ángulo. Foto Maxi Failla

El motor V8 de 5.0 litros es el mismo de la versión GT (conocido como Coyote) pero con un poco más de potencia: 475 CV contra 466 CV. Una diferencia mínima y en realidad imperceptible. La configuración que se eligió para nuestro mercado es la que se combina con una caja automática de 10 velocidades, en lugar de la manual de 6 disponible en los EE.UU.

Respecto del Mustang GT, esta versión perdió el cobertor de plástico sobre el motor y se agregó una barra de torsión anclada a las torretas de suspensión que aumenta la rigidez en el sector delantero.

Esa barra también permite, mediante herramientas específicas que provee Ford, modificar la comba de las ruedas para mejorar el rendimiento en circuito.

El Ford Mustang Mach 1 ofrece 5 modos de conducción. Foto Maxi Failla

Por dentro no tiene cambios sustanciales respecto del Mustang GT. Se logra una cómoda posición de manejo y las butacas ofrecen mucho confort. Probablemente sea demasiado si tenemos en cuenta que es un auto que se disfruta mucho en pista.

El espacio en plazas traseras es solo recomendable para chicos y se puede ajustar sin problemas una silla de seguridad. El inconveniente es que habrá que improvisar un parasol ya que por la gran e inclinada luneta trasera la luz del sol cae directamente sobre las plazas posteriores.

La suspensión es la misma, con un esquema trasero independiente y amortiguadores (MagneRide) de dureza variable. Lo que empeoró notablemente es el radio de giro, que obliga a realizar varias maniobras en espacios reducidos.

El tablero de instrumentos del Ford Mustang Mach 1 modifica su diseño según el modo de conducción seleccionado. Foto Maxi Failla

Pero todo eso desaparece cuando se presiona el botón de encendido del motor. El grueso sonido que emiten los escapes es música para los que gustan de los autos, y ese ronquido se puede modificar gracias a unas mariposas que amplifican más o menos. Existe también una opción silenciosa.

Acelerarlo es embriagador. Con partida detenida, al presionar el acelerador, el auto “se agacha” y sale disparado. Su poder de aceleración (declara 4,2 segundos de 0 a 100 km/h) te activa todos los sentidos. Y el paso de marchas de la caja de cambios se puede sentir en las espalda hasta incluso la cuarta y quinta marcha.

Si no se desconecta el control de estabilidad, las asistencias permiten llevar a esta bestia con cierta prolijidad en pista. Pero sus distintas opciones de manejo (Normal, Sport+. Track, Race y MyMode) permite ajustar todo para cada situación.

Acelerar el Ford Mustang Mach 1 a fondo es una experiencia sensorial casi completa. Foto Maxi Failla

En la opción Track, por ejemplo, el control de tracción permite cierto patinamiento del eje trasero que exige habilidad conductiva. Con ese conocimiento, se disfruta manejarlo. De otro modo, puede ser un sufrimiento.

Por precio (US$ 106.000) y finalidad está claro que no es un auto para todos. Ni tampoco un vehículo para todos los días. Pero hay muchas chances que a bordo de un Mach 1 tengas el mejor día de tu vida.

Ficha Técnica
Largo: 4.784 mm

Ancho: 1.915 mm

Alto: 1.379 mm

Distancia entre ejes: 2.720 mm

Peso: 1.734 mm

Baúl: 382 Dm3

Tanque de combustible: 61 litros

Neumáticos delanteros: 255/40 R19

Neumáticos traseros: 275/40 R19

Motor: Naftero

Cilindrada: 5.0 L

Cilindros: 8 en V

Potencia: 475 CV a 7.250 rpm

Torque: 569 a 4.900 rpm

Tracción: trasera

Transmisión: Automática de 10 velocidades

Velocidad máxima: 260 km/h (limitada)

Aceleración 0-100 km/h: 4,2 segundos

Aceleración 0-200 km/h: 17 segundos

Consumo promedio: 15,3 L/100 km

 

Fuente: Por Gabriel Silveira – Clarín 

10 septiembre, 2021

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