Realizamos un operativo en el que relevamos 3 alternativas: la ruta 2, la ruta 29 y la ruta 11. Durante el recorrido analizamos, mediante un coeficiente basado en diversos ítems, el riesgo de siniestro que ofrece cada una de ellas.
Los resultados determinaron que la ruta 2 es la menos riesgosa, ya que obtuvo un coeficiente de riesgo de 12,01 puntos.
A su vez, la ruta 11 alcanzó 17,29 puntos en dicha escala, y la ruta 29 resultó ser la más riesgosa, con un coeficiente de 48,30 puntos.
Además del nivel de peligrosidad de cada opción, se recopilaron datos de interés para los turistas, tales como: peajes, zonas urbanas por las que se debe transitar, obras, radares de medición de velocidad, áreas de servicios y zonas de detención seguras.
Para poder comparar el camino más seguro para ir a la costa, se consideró un coeficiente de riesgo que se calculó ponderando el peligro que representa cada uno de los ítems incluidos en la examinación (pozos, obras, zonas urbanas y cruces a nivel), adicionando además un porcentaje de riesgo basado en la calidad del asfalto y la señalización de las rutas.
Para lograr dicho índice, se le asignó un porcentaje a cada tipo de riesgo de la calzada: pozos (35%), Cruces (25%), Obras (20%), zonas urbanas (20%).
En el caso de señalización y asfalto se utilizó una puntuación en función a la calidad, con la siguiente escala:
Esta cifra se calculó por ruta, de ida o vuelta, y por itinerario de ida y vuelta.
Asimismo, se contemplaron distintos tramos de cada uno de los trayectos, para poder así compararlos y hallar cuál sería el trecho en el que el conductor debe prestar mayor atención.
Gustavo Brambati, Subgerente de Seguridad Vial de CESVI ARGENTINA, destacó la importancia de que estos caminos ofrezcan seguridad a los que la transitan.
La ruta 2 es una conexión muy importante para la época de verano. La gente no va de viaje pensando que la ruta le puede jugar una mala pasada.
Uno de los principales problemas que presenta una ruta en mal estado, es que le quita chances al conductor para poder resolver situaciones difíciles.
Por ejemplo, si la banquina está en malas condiciones, el conductor, al necesitar utilizarla, puede sufrir otros percances como un vuelco.
Si uno se detiene a analizar la incidencia de la ruta en la cantidad de siniestros que hay, se da cuenta de que es muy alta.
Al hablar de la calzada, los pozos van a generar una situación de sorpresa al conductor, que puede acarrear daños mecánicos y causar maniobras abruptas que provoquen colisiones o despistes.
Por otro lado, la ausencia o mal estado de elementos de seguridad, en una situación de despiste no van a contener adecuadamente y pueden empeorar el escenario”.
Trayecto de ida: Autopista Buenos Aires-La Plata hasta inicio de Autovía 2. Autovía 2 hasta Mar del Plata.
Trayecto de vuelta: Autovía 2 hasta Autopista Buenos Aires- La Plata.
Esta opción es la más elegida por aquellos que se trasladan a Mar del Plata.
En la comparación con las otras vías analizadas, tomando como referencia el viaje total (ida y vuelta), resultó ser la que menos baches y cruces a nivel posee (13 y 2 respectivamente).
Además, se contabilizaron 4 zonas de obras. En cuanto al asfalto, quedó luego de la ruta 11 por el puntaje que obtuvo (66%). Al hablar de señalización, fue la que mejor posicionada quedó, con un 50% de puntuación.
Sobre zonas urbanas, áreas de servicios y zonas de detención, puede advertirse que se contaron 25, 21 y 1, respectivamente. Además, se registraron 5 peajes y 11 radares.
Del mismo análisis, se concluye que, por la autovía 2, la vuelta a Buenos Aires es más segura que la ida a Mar del Plata, con un coeficiente de riesgo de 4,45 puntos, frente a los 8,73 de la ida.
En cuanto a tramos, se desprende que el que comunica Las Armas con Arroyo Vivoratá es el más riesgoso de la ida por los 3,56 puntos de coeficiente de riesgo que presenta.
Por otro lado, el sector más peligroso del viaje de vuelta es el que va desde el cruce con la Ruta Provincial 60 hasta el cruce con la Ruta Provincial 57, con un coeficiente de riesgo de 1,98 puntos.
Trayecto de ida: Rotonda ruta 6 – Cañuelas ruta 210. Ruta 210 hasta Coronel Brandsen. Ruta 29 hasta Balcarce. Ruta 226 hasta Mar del Plata.
Trayecto de vuelta: Mar del Plata por ruta 226 hasta Balcarce. Balcarce hasta Coronel Brandsen por ruta 29. Coronel Brandsen por ruta 210 hasta intersección ruta 6. Ruta 6 hasta rotonda Cañuelas.
Este camino tiene el peor coeficiente de riesgo de los tres analizados y no es casualidad: es el que tiene más pozos (110), más cruces a nivel (14), peor señalización (88% de puntaje), peor asfalto (82% de puntaje) y menos áreas de servicios (13).
Además, se constató que tiene 2 peajes, 23 zonas urbanas y 9 radares, resaltando que no presenta ni una sola obra.
Al contrastar los distintos tramos, se destaca que, en la ida, el que va desde la rotonda de Ayacucho hasta el inicio de la ruta 226 es el más riesgoso, con un coeficiente de 7,71 puntos.
Mientras que, a la hora de la vuelta, el sector desde el inicio de la ruta 29 hasta la rotonda de Ayacucho recibió un alarmante coeficiente de riesgo de 22,69 puntos, siendo el más peligroso de todos los tramos evaluados en todas las rutas distintas.
La vuelta por ruta 29, que alcanza 37,19 de coeficiente, es casi el triple más riesgosa que la ida, con 12, 77 puntos.
Trayecto de ida: Desde El Pato por ruta 36 hasta ruta 11. Ruta 11 hasta Mar del Plata.
Trayecto de vuelta: Ruta 11 hasta ruta 36. Ruta 36 hasta El Pato.
En cuanto al coeficiente de riesgo, esta alternativa se encuentra cerca de la ruta 2 con un resultado de 17,29 puntos.
Para llegar a ese número se advirtieron 40 pozos, 2 cruces a nivel, 5 obras, 3 zonas urbanas, 2 peajes, 14 áreas de servicios y 2 radares. Además, los puntajes de señalización y asfalto fueron de 58% y 61% respectivamente.
El tramo que va desde el kilómetro 100 de la ruta 36 hasta el inicio de la ruta 11, es el más riesgoso del viaje de ida, con un coeficiente de 5,93 puntos.
En cuanto al itinerario de regreso, el recorrido de mayor peligro es el que une Pipinas con Vieytes, por la ruta 36, que obtuvo un coeficiente de 5,56 puntos.
Además, presenta bajo mantenimiento, sectores sin demarcación y señalización vertical.
Si vamos por la RP 11, al menos desde Esquina de Croto hasta poco más de Pinamar, se encuentra en buen estado de demarcación y señalización. En pocos lados de la carretera la señalización no está en condiciones.
Podemos comentar entonces que este tramo está transitable con las consideraciones de seguridad sobre el tramo tal a tal de la RP 36.”
20 abril, 2018
Seguridad Vial
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