Autos: descuentos de hasta 40% por los impuestos internos

Por la devaluación, pagan 20% adicional las unidades por arriba de 35.000 dólares, contra US$ 70.000 de marzo.

La distorsión de precios por los impuestos internos tras la devaluación está generando dentro de automotrices y concesionarias situaciones que generan fotos con algún resabio de los últimos meses del gobierno de Cristina Fernández. Pero, al mismo tiempo, puso a tiro de los consumidores algunos precios que eran impensados hace un año: en dólares, llegan a costar hasta 40% menos que en enero o marzo.

El caso más contundente es la Toyota Hilux SW4, la versión SUV de la popular pick up producida en Zárate, cuyo precio de lista está “topeado” en 1.295.000 pesos, que es el límite hasta donde los vehículos no comerciales pueden ser vendidos sin pagar impuestos internos desde comienzos de año. Pasada esa frontera, los compradores deben pagar un recargo del 20%.

En el caso de la SW4, su precio histórico fue de 60.000 dólares, pero en la automotriz japonesa tomaron la decisión de seguir vendiéndola al tope de pesos por debajo del impuesto, que hoy es equivalente a unos 35.000 dólares. Una diferencia de 42% respecto a enero de este año.

“Lo que se busca es cuidar al cliente, para que no lo agarre el impuesto interno”, dijeron voceros de la automotriz japonesa.

-¿Pero eso no supone una pérdida importante? ¿Cómo la compensan?

-Con el negocio de exportación.

No todas las marcas tienen esa posibilidad. En Hyundai, una marca coreana que es comercializada en el país a través de un importador directo, tienen actualmente más de 100 unidades en el depósito fiscal de Zárate, a la espera que el Gobierno actualice el piso del impuesto interno. “Hay que tener en cuenta que estamos hablando de la segunda franja del impuesto, ya que la primera fue eliminada”, dijo Ernesto Cavicchioli, vicepresidente de Hyundai de Argentina. “Desde que fue aplicada, esa banda regía para modelos cuyo precio oscilaba entre 70.000 y 80.000 dólares. Pero con la devaluación, ahora afecta a vehículos de hasta 30.000 dólares”.

Fuentes del sector aseguraron que hay más de 1.000 unidades estacionadas en el puerto de Zárate, en una postal que trae algunas reminiscencias de los últimos dos años de la administración de Cristina Fernández de Kirchner. De todas maneras, la semejanza termina allí: hasta diciembre de 2015, las terminales no podían nacionallizar los autos porque el Gobierno no las autorizaba a comprar los dólares necesarios para pagarlos. Por esa razón, los autos importados se amontonaban en los depósitos fiscales.

Ahora se trata de una cuestión de exclusiva conveniencia comercial: las empresas están esperando a que el Gobierno le suba el precio a la banda de los impuestos internos. Y mientras tanto, le pagan estacionamiento al depósito fiscal de Zárate, propiedad del grupo Murchison.

“Nosotros no tenemos autos en espera. Pero las que tienen unidades en Zárate van a tener que esperar hasta el 1 de febrero de 2019”, dijo el directivo de una de las marcas más exclusivas.

-¿Es para esperar a tener la inflación de todo 2018?

-Exacto. En enero sabremos la inflación de 2018 y en febrero se aplica el aumento a la banda de los impuestos internos.

En Volkswagen admitieron que tienen autos Audi (la marca top de la automotriz alemana) sin nacionalizar. “Tenemos unidades en Zárate que vamos nacionalizando a medida que se van demandando”, dijeron voceros de la automotriz.

En el caso de Hyundai, Cavicchioli dijo que los modelos afectados por el impuesto son la Santa Fe y Gran Santa Fe, como había ocurrido en ocasiones anteriores, pero que ahora también el impuesto “calzó” con la Tucson, un modelo habitualmente por debajo del límite imponible. “Igual hay descuentos de 20% a 30% en dólares, no se puede cobrar al cliente un precio en pesos que es el doble que en marzo de este año”, dijo el empresarios. “Eso está pasando para bajar deudas de afuera en dólares, lo cual no quiere decir que luego se las pueda reponer al precio que fueron vendidas”.

Por: LUIS CERIOTTO