Cuando se lanzó en nuestro país a finales de 2018, el Chevrolet Equinox ya estaba por su tercera generación a nivel global y era el SUV del moño más vendido del mundo. Además, llegaba aquí para reemplazar al exitoso C-SUV Captiva con una propuesta tentadora (gran habitabilidad, mucho equipamiento y la mecánica más potente del segmento) para instalarse en esa porción del mercado muy exigente y donde hay competidores de fuste. Y no le fue nada mal, más allá de los problemas que enfrenta nuestra industria especialmente con productos importados
Hace pocas semanas se presentó el primer restyling local de este modelo que se fabrica en México y que aquí se ofrece en dos versiones (ambas con el mismo motor y caja): RS FWD con tracción simple que probamos, y Premier AWD con tracción integral y que es el tope de gama.
En el caso de este RS, las siglas refieren a Rally Sport. Es decir, que tiene ciertos detalles que le dan un look deportivo, pero no posee con una preparación en lo que hace a la mecánica.
Entonces, esos detalles sport se ven en el frente, donde resalta la nueva parrilla que en este caso es en cromado oscurecido y con diseño de panal de abejas; en el paragolpes más estilizado; el renovado conjunto óptico que ofrece luces full LED, y en la toma de aire inferior que es más angosta y moderna.
Largo: 4,651 m
Ancho s/c espejos: 1,844/2,105 m
Alto: 1,661 m
Distancia entre ejes: 2,725 m
Capacidad del baúl: 468/1627 L
Capacidad del tanque: 56,4 L
Peso en vacío: 1573 kg
Neumáticos: 235/50 R19″
El “black chrome” es exclusivo de esta versión y aparece, además, en las barras de techo longitudinales, las molduras de las puertas, en las llantas de aleación de 19″ que llevan neumáticos 235/50 y en el logo de la marca.
Estos cambios estéticos le sientan muy bien y siguen el lenguaje de diseño para los sport utility que la marca le está imponiendo a sus modelos a nivel global.
Como se dijo, la amplitud siempre fue una de las características principales del Equinox. Con 4,652 m de largo, 2,105 m de ancho, 1,843 m de alto y 2,725 m de distancia entre ejes, es la más grande del segmento y permite que cinco personas viajen con suma comodidad. Además, el baúl tiene una capacidad de 468 L que puede extenderse a 1627 L con las plazas de atrás rebatidas.
La posición de manejo es elevada y fácil de encontrar gracias a las múltiples regulaciones de la butaca (eléctrica) y la columna de dirección.
En el habitáculo esta variante luce techo negro y costuras en rojo en los asientos, el volante, la palanca de cambios y los paneles de puertas y consola. Por lo demás, no hay demasiados cambios respecto al modelo anterior, aunque estrena nuevos gráficos en la computadora de viaje.
El equipamiento es muy completo y consta de control de velocidad crucero, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, asistente de estacionamiento semiautomático, cámara de retroceso, climatizador bizona, puertos USB y de carga de 12 V, acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia y pantalla táctil de 8″, entre otros. Además, cuenta con el sistema de asistencia a distancia de seguridad y emergencias OnStar e inaugura la nueva generación de la aplicación myChevrolet App para controlar las funciones del automóvil de forma remota. A estos se suma el mecanismo Over The Air (OTA) para actualizaciones remotas de los sistemas electrónicos del vehículo y el multimedia MyLink con nuevas características, como proyección sin cables de Android Auto y Apple CarPlay, wifi nativo que permite conectar hasta 7 dispositivos simultáneamente y en los desplazamientos tiene una intensidad de señal hasta 12 veces mayor (la antena del vehículo está equipada con un amplificador de señal y su ubicación sobre el techo contribuye a reducir la pérdida de señal proveniente de zonas de sombra), y los servicios de Weather Channel y Spotify descargados directamente en MyLink.
El completo paquete de seguridad activa y pasiva incluye frenos con ABS y EBD, anclajes Isofix, controles de estabilidad y tracción, 6 airbags, alertas de colisión frontal y de olvido en el asiento trasero y algunas ADAS como asistente de mantenimiento de carril con aviso de salida, frenado autónomo de emergencia con detección de peatones, luces altas inteligentes e indicador de distancia frontal y más.
Debajo del capot no hay novedades: encontramos el motor naftero de 4 cilindros en línea, 16 válvulas y 1.5 L de cilindrada, con turbo e inyección directa de combustible, que entrega 172 CV de potencia a las 5600 rpm y 28 kgm de par entre las 2500 y 4500 rpm y que está unido a una transmisión automática de 6 marchas y la tracción es delantera.
Es un conjunto ya probado y que tiene un muy buen comportamiento tanto en ciudad como en ruta (a 130 Km/h el impulsor trabaja a un régimen apenas por encima de las 2000 rpm) y con excelente capacidad de respuesta cuando se lo exige (la elasticidad es notable) y que suelta todo su potencial especialmente cuando trabaja en la parte media del tacómetro. La caja está bien relacionada y en la unidad que nos tocó probar a veces mostró un mínimo delay al momento de pasar las marchas.
Conocidos son, además, su muy buen confort de marcha (hay que tener cuidado en cunetas o lomos de burro pronunciados debido a que el frente es bajo) y un comportamiento dinámico que no muestra fisuras.
Las prestaciones son más que correctas si se tiene en cuenta que se trata de un vehículo para uso familiar: acelera de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos, recupera de 80 a 120 km/h en 8,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 186 km/h.
Eso sí, los consumos son un poco elevados en ciclo urbano (demanda unos 12,6 L/100 km) mientras que en ruta a 130 km/h constantes gasta casi 9 L /100 km.
Este Equinox RS tiene un precio sugerido al público de $10.483.900, acorde con los valores del mercado.
Fuente: Diego Cúneo – para La Nación
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