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Una mirada a los concept del Salón de San Pablo

Como cada dos años, el autoshow brasileño mostró varios prototipos que fueron primicia a nivel mundial y que marcan las tendencias en el diseño local

  Una mirada a los concept del Salón de San Pablo

Si es cierto que los salones del automóvil están en decadencia, no se notó mucho en la última edición del Salón de San Pablo. Por el contrario, la tradicional muestra brasileña recobró algo del brillo que supo tener en sus mejores ediciones, como la de 2014, cuando el mercado marchaba a todo vapor y se parecía encaminarse hacia las 4 millones de unidades. Luego de haber tocado fondo en 2016 (con apenas 1,6), hoy está en franca recuperación y se esperan unos 2,6 millones de autos vendidos para cerrar este año. Todo el mundo está bastante convencido de que lo peor ya pasó y se avecinan mejores tiempos. Y cuando prevalece el optimismo, el diseño siempre se ve favorecido por el lado de los concept cars, esos vehículos que nos anticipan el futuro de la industria.

Honda EV Concept. Líneas simples para un perfecto balance entre lo retro y lo futurista

Tres fueron las primicias mundiales presentadas en este Salón en el departamento conceptual. Dos de ellas bastante destacables por cierto: una termina de instalar una tendencia iniciada en este mismo espacio hace 4 años -la de las pickups “intermedias”-, y otra empieza a consolidar el rumbo de otra: la de las SUV medianas “deportivas”, que se candidatean para reemplazar a los tradicionales sedanes medianos.

El reino de las pickups intermedias
Por sus características geográficas y productivas, Sudamérica siempre fue un territorio fructífero para las pickups. Pero en los últimos años esa tendencia se ha acelerado en forma notable. Y cuando la demanda crece, la oferta también lo hace, tanto en cantidad como en variedad de productos. No fue casual entonces que hace 4 años hayan aparecido en este mismo Salón los primeros conceptos para un segmento totalmente nuevo: las camionetas intermedias, que se posicionaron entre las ya conocidas medianas o una tonelada (como la Toyota Hilux o la Volkswagen Amarok) y las livianas derivadas de modelos chicos (como las populares VW Saveiro y Fiat Strada).

Aquellas precursoras fueron la Fiat FCC4 y la Renault Oroch Concept, que terminaron convirtiéndose en la Fiat Toro y la Renault Duster Oroch, respectivamente. El éxito de ambos productos en el mercado regional fue casi instantáneo y probó que era un terreno fértil para que otras marcas se sumaran a la ola. En la edición de 2016 del Salão fue el turno de la Hyundai Creta Concept, que pintaba muy interesante pero nunca llegó a las líneas de producción industrial. Y en esta reciente edición le tocó el turno a Volkswagen, que viene llegando un poco tarde a los nuevos segmentos (como el de los SUV chicos, donde desembarca… ¡15 años después de la Ford EcoSport!). Pero cuando VW llega, lo hace con una consistencia digna de la mejor tradición alemana.

Tarok, tarde pero seguro
La Volkswagen Tarok Concept se llevó buena parte de las miradas, y no solo de los que estamos a la búsqueda de novedades de diseño, sino de la mayor parte del público que visitó la muestra. Pasa que la Tarok está muy pero muy bien. A diferencia de la Fiat Toro -la referencia obligada- no apela a la carta del “dinamismo” con líneas inclinadas y una postura lanzada hacia adelante. Por el contrario, predominan los elementos horizontales, tan típicos de VW, que le sientan muy bien a este tipo de vehículos (la Amarok es prueba de esto). De todas maneras, aún con esa postura más robusta que dinámica, se permite un destacado detalle sport: se trata del parante trasero en forma de arco plateado que remite sin disimulos al del clásico Porsche 911 Targa. Es un lindo toque de estilo que le da deportividad y personalidad a un vehículo que se presenta más orientado a un uso recreativo que al trabajo duro que supone una pickup.

Lo más interesante de la Tarok es que es un concept car de esos que se denominan ready for production (casi listo para la producción). Esto quiere decir que la versión que veremos en las calles no cambiará mucho, salvo ciertos ajustes de rigueur, como la disminución en el tamaño de las ruedas, la incorporación de luces más convencionales y la adaptación de ciertos pliegues de la carrocería a radios menos filosos y más industrializables (igual hay que decir que el Grupo VW siempre sorprende con su capacidad inigualable para prensar la chapa). Pero además de ser indudablemente atractiva a la vista, la Tarok es un gran ejemplo de diseño entendido desde la funcionalidad, porque la solución del panel trasero rebatible es realmente brillante. Si bien no es del todo original (ya había sido ensayado por la Chevrolet Avalanche y alguna camioneta japonesa de los ’80), se ve tan simple y lógica que da esa sensación de que es algo que debió haber estado ahí toda la vida. Esa es una de las magias del diseño: a veces nos puede poner una sonrisa en la cara porque vemos algo muy bello. y otras cuando vemos algo muy inteligente.

Fastback: marcando tendencias
Se sabía que Fiat iba a anticipar en San Pablo algo así como el SUV de la Toro, pero pocos se imaginaron que iba a ser una propuesta tan osada. Empecemos por el nombre: Fastback es un tipo de silueta de auto en la que el techo cae rápido hacia la cola (de ahí lo de fast) y se funde con esta. Es una solución que agrega deportividad por el lado de la aerodinámica, ya que la forma parece esculpida por el aire como si fuese una gota. En un poco lo opuesto a la silueta hatchback, con un marcado quiebre entre techo y portón trasero, que fue desde siempre el perfil característico de las 4×4, devenidas luego en SUV. Bueno, hasta que apareció el BMW X6.

El prototipo de Fiat abraza con énfasis esta idea acupesada y, al igual que su precursor alemán el resultado es impactante.

El (buen) diseño italiano siempre se caracterizó por una o dos ideas estilísticas bien fuertes y mucho -pero mucho- trabajo en las proporciones. El Fastback Concept es algo distinto, mucho más expresivo, más complejo e, incluso, algo intrincado en ciertas superficies (como las del guardabarro trasero). A priori, si no fuese por el logo, es difícil relacionar un vehículo así con la idea que se tiene de un Fiat. Es un paso aventurado por parte de la marca italiana, que necesita consolidar su identidad, que hoy se balancea entre una línea de productos retro (la saga 500), otra de productos muy bien ejecutados pero terrenales (Argo, Cronos, Tipo), y ahora esta nueva línea de productos más rupturistas encabezados por la Toro.

Fiat Fastback. Este prototipo expresivo y complejo marca tendencia en el terreno de los SUV acupesados para las marcas generalistas

Seamos francos: comparado con la Tarok, el concept car que Fiat presentó en la ciudad paulista lucía un poco “crudo”; más como una maqueta muy avanzada que como un vehículo de verdad. Fue algo parecido a lo que sucedió hace 4 años con el FCC4 (el hecho de no tener interior colaboró con esa sensación). Pero alcanza (y sobra) para dejar en claro hacia dónde apuntan los italianos en la región: estar a la vanguardia en la SUVización (perdón por el neologismo) de su cartera de productos.

En ese sentido, el Fastback sigue los pasos del Renault Arkana Concept, otro auto que emula la silueta del BMW X6, con un tamaño y un posicionamiento inferior. Cabe recordar que el Arkana resuena como reemplazante del Renault Fluence. Por eso es muy interesante la visión similar que ambas marcas -Fiat y Renault- tienen para los mercados emergentes. A ambas les fue bien con la Toro y la Oroch, anticipadas aquí en San Pablo cuatro años antes. ¿Tendrán el mismo éxito con estos nuevos SUV deportivos? Desde aquí les auguramos buenas chances.

Saga EV por el lado eléctrico
El tercero en discordia entre los concept novedosos de San Pablo fue el Hyundai Saga EV Concept. Se trata de un hatchback chico con aspiraciones de SUV, totalmente eléctrico, que podría pensarse como anticipo del futuro HB20, el exitoso modelo producido en Brasil que lamentablemente nunca llegó a la Argentina. Comparado con la excelente ejecución de la Tarok y la osada propuesta del Fastback, el Saga EV pasó algo inadvertido. No está para nada mal y tiene todos los elementos necesarios para verse moderno y á la mode: la carrocería levantada y apliques para darse un look aventurero, el parante C que se funde con las superficie vidriada (con “quiebre” en la base incluido), mirada robótica y pliegues muy marcados en la carrocería que le aportan tensión a la silueta tipo monovolumen. El tema con el Saga es que, más allá de ese despliegue estilístico, no parece estar abriendo el camino a un producto real, porque las posibilidades de que un auto eléctrico reemplace al HB20 brasileño son inverosímiles.

Hyundai Saga EV. Tiene todos los elementos para verse bien moderno, pero difícilmente llegue a la línea de producción

Hay que decir también que en el rubro eléctricos urbanos, el pequeño Hyundai tuvo competencia desleal. Pasa que Honda llevó a San Pablo su aclamado EV Concept que es, tratando de no exagerar, una delicia. A exactamente un año de su presentación original en el Salón de Frankfurt 2017, el EV Concept sigue siendo un manual de diseño acerca de cómo manejar la tensión entre las referencias retro -para lograr una conexión emotiva con el pasado- y un claro mensaje de futuro en la simplicidad y limpieza de sus formas. La ansiedad por ver la versión de producción de este auto es cada vez más alta.

Suzuki Jimny. Un modelo que es resumen de encanto, simplicidad y honestidad

Por supuesto que también hubo en San Pablo varios autos de esos que hacen que el corazón se acelere y los ojos se salgan de las órbitas. Por su espectacularidad: el Mercedes-AMG One (que no es particularmente del gusto de quien suscribe) y el McLaren Senna; por su imponencia, el Audi Q8 y el Rolls Royce Cullinan (bastante controversial); y por su encanto, simplicidad y honestidad, el Suzuki Jimny. Sí, te amamos Jimny.

Renato Tarditti 

19 diciembre, 2018

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