Análisis de la nueva Ford Ranger Raptor: la pickup brutal que escribe sus propias reglas

La potencia de su motor, ahora V6 y naftero, casi que duplica al anterior, y su rendimiento creció exponencialmente.

Nos subimos a la nueva Ford Ranger Raptor para probar a la indiscutible referente en materia de rendimiento deportivo entre las pickups medianas. Brutal, avasalladora, fuera de escala. Con el poder suficiente como para escribir sus propias reglas.

En el 99% de los casos, la evolución de un modelo es claramente mejor al vehículo que reemplaza. Ahora bien, ¿ese incremento puede crecer tanto como para llegar a duplicar lo que se ofrecía antes? La nueva Ford Ranger Raptor plantea ese nivel de transformación.

Esta súper camioneta fue presentada por el momento a modo de anticipo, ya que su comercialización dará inicio a partir de marzo por medio de una preventa (allí se conocerá su precio de mercado), para recién en mayo estar disponible en los concesionarios oficiales.

En Clarín ya la pusimos a prueba y la exigimos tanto como pudimos. Spoiler alert: la sensación que nos dejó es que no encontramos el límite de su rendimiento.

Esta nueva generación de la Raptor llegará importada de Tailandia, desde donde se la fabrica para todo el mundo, y lo hace unos meses antes de que Ford Argentina comience a producir las versiones convencionales en su planta de General Pacheco, luego de una inversión de 580 millones de dólares para modernizar la fábrica y adaptar la nueva plataforma y los nuevos procesos productivos que requiere esta pickup.

Una bestia desconocida
El estreno de la nueva generación de la Ranger en nuestro país se da, entonces, con la versión más potente y bestial que tendrá su gama. Que es, a su vez, la camioneta mediana más poderosa y radical que se pueda encontrar en todo el planeta.

De hecho, en Europa, este modelo se vende con un nivel de potencia menor: los 288 caballos con los que está configurada en el Viejo Continente ya hubiera sido un número extraordinario. Pero la el nivel de potencia elegido para la Argentina pone a esta bestia en una dimensión desconocida.

Hay que entender a este modelo como un vehículo recreacional y no como uno de trabajo, a pesar de ser una pickup. Es como querer comparar un auto para todos los días con una Ferrari. Y no hay ninguna exageración en esto, ya que esto es el equivalente a una Ferrari pero con forma de chata.

La Ranger Raptor anterior, que llegó al país en 2019, estableció un nuevo estándar en materia de comportamiento de suspensiones y respuesta del chasis para una camioneta mediana. Pero se quedaba “corta” de motor: su diesel biturbo de 4 cilindros y 213 caballos era muy bueno pero se esperaba más (mucho más) para una camioneta con ese potencial dinámico.

Para esta edición, Ford Performance, la división de vehículos deportivos y de competición de la marca del óvalo, encargada del desarrollo de este modelo, no se guardó nada y le puso un motor naftero biturbo de 6 cilindros en V y 3.0 litros que entrega una potencia de 397 caballos de fuerza. Es decir, casi el doble que la versión anterior. El torque es de 583 Nm.

Mantiene una caja automática de 10 velocidades y un nuevo sistema de tracción que amplía las funciones del anterior: ahora además de tracción simple (2H), doble tracción de alta (4H) y doble tracción de baja (4L) ofrece un sistema de tracción integral automático bajo demanda (4A).

Conserva el bloqueo de diferenciales trasero y delantero y los neumáticos tienen la misma medida que antes (BFGoodrich All-Terrain 285/70 R 17).

Amplía también el menú de modos de conducción que se logra gracias a la gestión electrónica sobre la dirección, la transmisión, el motor, la suspensión y el sonido que sale por los caños de escape.

Son siete los modos de conducción que tiene ahora (contra seis de la anterior): Normal, Deportivo, Resbaladizo, Barro/Surcos, Arena, Rocas y Baja. Esta última opción no hace referencia al uso de la caja de transferencia (4L) sino que acomoda todo para ser lo más rápido posible en terrenos irregulares.

Adicionalmente a estos modos de conducción, se puede crear una configuración personalizada guardando entre distintas opciones de dirección, suspensión y escape.

Una mirada al interior
Antes de ir a la acción, vale la pena una breve referencia del interior, ya que resulta importante porque anticipa un buena medida la próxima Ranger nacional.

Lo primero que hay que decir es que ofrece más amplitud que el modelo anterior. Si bien el marco de la cabina es heredada del vehículo precedente, en Ford se las arreglaron para brindar mayor espacio que antes. Atrás, por ejemplo, una persona de más de 1,80 metros de altura ni siquiera roza las rodillas con el respaldo delantero, por más que allí vaya alguien de igual contextura.

También es muy interesante la evolución del sistema multimedia, ahora con una gran pantalla dispuesta de modo vertical, que permite dividirla para tener varias funciones disponibles a la vez. El tablero de instrumentos es también digital y ofrece una calidad de gráficos magnífica, ya vista en su hermana mayor, la F-150.

El sistema multimedia es compatible con Apple CarPlay (puede ser inalámbrica) y Android Auto e incluye un equipo de audio B&O con 8 parlantes, cargador inalámbrico para el teléfono y navegador satelital (GPS) incorporado. El equipamiento principal se completa con cámara de visión 360° y climatizador de dos zonas, entre otros.

La calidad percibida en general es muy buena pero llama la atención la decisión de optar por un revestimiento que imita a la gamuza para parte de la plancha de a bordo y de los asientos, cuando se trata de un vehículo que puede levantar mucho polvo (¡Y vaya que lo hace!).

Las butacas delanteras, por cierto, ofrecen una gran sujeción del cuerpo. Algo fundamental en un vehículo que invita a sacudirse más que cualquier otro.

En materia de seguridad lleva una serie de sistemas de asistencia a la conducción, entre los que se destacan el control de velocidad crucero adaptativo con Stop & Go y sistema de centrado de carril; asistente de pre-colisión con frenado autónomo de emergencia y detección de peatones; asistente de frenado en marcha atrás, estacionamiento automático asistido y radar de puntos ciegos, entre otros.

Haciendo caminos
El rendimiento que entrega esta nueva Ranger Raptor crece de manera exponencial respecto del modelo anterior. Y con eso, este modelo establece nuevos parámetros para una camioneta mediana. Nunca antes hubo una pickup fabricada en serie de esta categoría con un motor tan potente y una capacidad tan avasalladora para moverse fuera del asfalto. Escribe nuevas reglas.

La respuesta del motor es monstruosa, sin baches pero con un momento de gloria que arranca a partir de los 3.500 rpm. A partir de ahí, las casi 2,5 toneladas de peso de esta chata se hacen más livianas. La Raptor acelerá mucho, se mueve muy rápido y gana velocidad con una facilidad asombrosa.

El sonido llega al habitáculo y es el primer generador de sonrisas. El nivel de esa “música” se puede graduar, desde silencioso hasta “Baja”. Y si bien en esta última opción pega fuertes alaridos, parece estar bastante contenido respecto del poderío del motor. De hecho, anda mucho más que lo que suena.

Si bien es en el rango medio de revoluciones donde se siente más predispuesto a dar todo lo que tiene, este V6 no muestra ningún esfuerzo en bajar de repente y volver a recuperar rápidamente la forma.

La caja de cambios opera rapidísimo y, en general, siempre toma la mejor decisión para seleccionar una marcha. Las distintas opciones de manejo ajustan la dirección, la transmisión y el motor para dar lo mejor en cada situación.

Sobre el asfalto tiene las mismas limitaciones que antes, ya que sus ruedas no son las más indicadas para ese tipo de superficie. A eso se le suma un agravante: ahora la potencia es tanta, que si el pavimento está mojado hay que ir dosificando suavemente la presión el pie derecho.

Para tener una idea. La Ranger Raptor anterior, con el turbodiesel de 213 caballos, aceleraba de 0 a 100 km/h en 11 segundos. Esta nueva generación lo hace en 6 segundos, casi la mitad.

Pero lo mejor está en lo que ofrece fuera del asfalto. Circular a gran velocidad por un terreno irregular nunca fue tan fácil. La Ranger Raptor anterior tenía la capacidad pero no la velocidad. Esta, en cambio, es una topadora que puede viajar a más de 80 km/h en una superficie literalmente rota teniendo control absoluto del vehículo.

Con tanto poder sobre el pie derecho hay que ir encontrando los límites de a poco. En el modo de manejo Baja, diseñado para ir rápido fuera del asfalto, se puede optar por frenar mucho antes de entrar a una curva y pisar el acelerador antes de salir o ir “manejando” con el pie derecho, ahora hay poder de sobra para eso.

El comportamiento del chasis es magistral. Mantiene unos amortiguadores Fox de 2.5 pulgadas que fueron mejorados. Según el fabricante, ahora son capaces de ajustar la compresión hasta 500 veces por segundo.

Reconocen, por ejemplo, que si la extensión de la suspensión llegó a su límite es porque la Raptor “está volando”. Entonces se prepara para aterrizar. Y lo hace como cuando un 747 posa su tren de aterrizaje sobre la pista: adentro no se siente nada. No hay golpe al bajar ni hay rebote. El funcionamiento es irreprochable.

Las sensaciones que transmite son únicas. Porque si bien una F-150 Raptor es más potente (456 CV) es también casi 230 kilos más pesada y más grande.

Cada curva o cada salto, los fuimos haciendo cada vez un poco más rápido. Tratando de entender cuándo se empezaba a incomodar. No hubo caso. Nuestra cordura fue más que el poderío de esta pickup.

Ficha técnica

Largo: 5.381 mm

Ancho: 2.028 mm

Alto: 1.922 mm

Distancia entre ejes: 3.270 mm

Ángulo de ataque: 31°

Ángulo de salida: 24°

Largo de caja de carga: 1.505 mm

Ancho caja de carga: 1.584 mm

Alto caja de carga: 512 mm

Capacidad de carga: 635 kg

Capacidad de remolque: 2.500 kg

Capacidad de vadeo: 850 mm

Despeje del piso: 265 mm

Tanque de combustible: 82 litros

Peso: 2.495 kg

Motor: Naftero 3.0L, V6, biturbo

Potencia: 397 CV a 6.250 rpm

Torque 583 Nm

Tracción 4×4 con reductora

Transmisión: Automática, 10 velocidades

Velocidad máxima: 180 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 6 segundos

Consumo promedio: 12,5 L/100 km

Equipamiento

Airbags frontales

Airbags laterales delanteros

Airbags de cortina

Airbags de rodilla para conductor

Control estabilidad y tracción

Control velocidad crucero adaptativo. con Stop&Go

Sistema de mantenimiento de carril con centrado

Freno autónomo de emergencia

Radar de puntos ciegos

Sistema de cámaras con visión 360°

Estacionamiento automático asistido

Sistema multimedia con pantalla táctil 12”

Apple CarPlay (inalámbrico) y Android Auto

Cargador inalámbrico de celular

Climatizador de dos zonas

Butacas delanteras deportivas con ajuste eléctrico

Tapizado símil cuero

 

Fuente: Por Gabriel Silveira – para Clarín.